Ganas de llorar mientras miras la pantalla del ordenador, un nudo constante en el pecho que te impide respirar de una forma normal, mientras te aproximas al centro de trabajo de CC.OO para empezar la jornada ordinaria percibes que comienzan a aparecer todo un cóctel de emociones que día tras día va aumentando en sintomatología e intensidad: impotencia, indefensión, tristeza, taquicardia, nerviosismo, rabia... Leer mas...
Noches en vela pensando en posibles soluciones a la situación actual y repasando las conversaciones mantenidas con el Responsable de Organización de CC.OO en Valencia e intentando descifrar los motivos por los que te deniega tu reducción de jornada por cuidado de hijo menor de seis años.
¿Tan difícil es para CC.OO cambiar a una de sus trabajadoras su jornada laboral? ¿Por qué ante los medios de comunicación critican a la patronal para que adopten medidas de conciliación de la vida familiar y laboral y después ellos dentro de la organización se comportan de la misma forma con las trabajadoras? ¿A qué les suena todo lo anterior, puede ser que al programa electoral de algunos grupos políticos, que plantean toda una serie de compromisos y metas a cumplir mientras están en campaña electoral para conseguir el voto de algún incauto y que cuando tienen la oportunidad de poner en la práctica todo lo que prometieron se quedan en los aperitivos si es que llegan?
Este tipo de comportamientos y actitudes se ha repetido a lo largo de la historia, lo que nunca pude imaginar es que COMISIONES OBRERAS fuera ejemplo representativo de este tipo de prácticas.
Ante esta falta de coherencia entre los argumentos que expresan y defienden a capa y espada cuando hay por delante medios de comunicación e intereses para exprimir y sacar jugo y lo que después realmente se hace en el día a día y dentro de la organización, les invito a que reflexionen antes de afiliarse a CCOO.
No se pueden imaginar lo que puede significar para una madre estar todo el día sin su niño, la vida empieza a perder su esencia, su sentido, las ilusiones se difuminan, nunca pensé que conciliar la vida familiar y laboral pudiera ocasionar tanto sufrimiento dentro de CCOO.
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